El borde de la Dulzura
Ben
es un codiciado Dom con una reputación de primer orden. Su filosofía es
amarlas por una noche o dos, y hacerlo bien, pero nunca involucrarse. Entonces,
un día conoce una mujer con espíritu de fuego que es más de lo que parece.
Savannah
a primera vista parece ser una hastiada depredadora sexual, pero eso es sólo una
máscara para las lesiones emocionales que tiene que soportar. En el dormitorio Ben
le saca la máscara y descubre que es una dulce sumisa que se siente mejor dominada
y atada con cuerdas. Él la desnuda en más de un sentido. Pero en el proceso ella
lo lleva a arrodillarse y lo hace darse cuenta de que podría existir algo como
el amor.
Seducida en el Crepúsculo
Olivia
piensa que finalmente ha llegado un punto culminante. Los fantasmas la
mantienen despierta durante las noche y ve monstruos durante el día. Y cuando
definitivamente ya no puede soportarlo más, se encuentra a dos magníficos hombres
que reclaman ser inmortales.
Desde
entonces su vida se torna realmente extraña.
Will
es un poderoso Tylwyth Teg fae. Mason es un mestizo de dragón cambia formas,
con una mala actitud. Juntos ellos forman una sociedad Gaelan, guerreros en la
milenaria batalla contra los duendes. Ambos machos alfa reclaman a Olivia, si
bien en un estado de conflicto, Olivia ansia a ambos en igual medida. Unidos en
la conquista, Wil y Manson abrirán las puertas a la reprimida sexualidad de
Olivia, mostrándole la enriquecedora posibilidad de tener dos amantes expertos
y dominantes exclusivamente enfocados en ella.
Pero
el mero sexo que hace volar su imaginación no es bastante. Will y Mason tendrán
convencerla que ella es una dotada, no una maldita. Ellos también deberán
seducirla a sus vidas y a su amor…con compañera de ambos.
Tempestad para dos
Miranda
ha sido traumatizada por los eventos de su pasado y se aterra con compromiso
sentimental. Ella tiene aventuras, no relaciones emocionales. Pero pronto se
encuentra enfrentada no con uno, sino dos hombres que proclaman que ella esa la
única para ellos.
Marco
y Theo, dos Tylwyth Teg Fae de pura sangre, están desesperados para hacer suya
a Miranda. E incluso si se sienten celosos el uno del otro y posesivos por
ella, saben que deben unirse para reconquistar el corazón de Miranda de sus
miedos. Para mostrar a Miranda que está en "buenas manos", Theo y
Marco la convencen de pasar un fin de semana de sumisión sexual con ellos.
¿Un
fin de semana de sexo increíble con dos hombres magníficos, fuertes y
dominantes? Miranda no tiene problemas y está de acuerdo con ellos. Aunque algo
más pudiera ser problemático. Sobre todo si hay alguien... o algo que tiene la
intención de asegurarse que Miranda, Theo y Marco nunca consigan su final
feliz.
Un cambio de estación
Moira
sufre de ataques psíquicos que le dan no sólo dolor, sino también, en su mente,
visiones de un hombre llamado Dain d'Ange. Dain es uno de los malditos trece
señores de Aeoli, un hombre de quien dicen que mató a su esposa con la magia
del caos y la oscuridad que posee.
Desesperada
por encontrar una cura a sus ataques, viaja a Aeoli y a la maldición de los
trece señores. El duro invierno se cierne sobre ella y pronto se encuentra
atrapada con un hombre que está a cada grado tan frío como la temporada. Sin
embargo, Moira siente que Dain no siempre es frío y se promete descubrir el
calor que se encuentra debajo su glacial exterior. No le toma mucho tiempo
incitar al hombre del monstruo.
Cuando
Killian, el hermano de Dain, llega Moira se encuentra en su cama, seducida por
los dos y pronto se pierde en una red de placer carnal. También se encuentra
perdida por Dain porque mientras el tiempo pasa descubre que lo ama. Pero como
el misterio de sus ataques y la historia no revelada de Dain, quedarse con él
será difícil.
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